viernes, 23 de septiembre de 2011

Construyendo una cabaña:



Tras tres días de marcha hacia el camino Yali, ya sin posibilidades de pernoctar en ningún poblado, tuvimos que dormir en una llanura haciendo bibak. Al llegar encontramos una cabaña para la cocina y como habitáculo para los porteadores. No había, sin embargo, ningún abrigo ni refugio donde pudiéramos guarecernos de la lluvia que con puntualidad germánica nos acompañaba diariamente. Todo el grupo intercambiamos miradas cómplices sobre la complicada noche que nos acechaba, durmiendo al fresco.


De pronto, no se sabe de donde, todos los porteadores con Silas (el jefe) al frente, aparecieron con ramas de árbol recién cortadas. Con las más grandes dieron forma a una estructura central, elevada en forma de marco de portería de fútbol y a ambos lados colocaron otros dos marcos semejantes pero a menor altura.



Posteriormente con trozos de rama más livianas y flexibles, y lianas que habían hecho con plantas, unieron las tres estructuras, con arcos sucesivos que generaron una estructura más sólida que, finalmente, cubrieron con lonas.

Posteriormente para evitar que entrara el agua de la diaria lluvia, acabaron de cerrar la cabaña con ramas y hojas cuidadosamente medidas.



En el lado de la entrada prepararon un agujero en el suelo que finalmente sirvió como hogar para encender fuego y calentarse. Todo este proceso no duró mas de una hora.

Esa noche, como la siguiente, llovió durante horas sin que nos entrara ni una gota de agua.



1 comentario:

prdlg dijo...

Me parece realmente impresionante. Las fotos además tienen una luminosidad preciosa