Para salvar los numerosos ríos, arroyos y vados que existen en los valles del Annapurna, los nepalíes contrataron una empresa suiza que construyó numerosos puentes de acero. Curiosamente, estos puentes reciben el nombre de "puentes nepalíes", a pesar de ser de fabricación suiza. Algunas versiones simplificadas se usan en algunas vías ferratas y se llaman también "puentes tibetanos".
Sin embargo, antes de la llegaa del acero, los propios habitantes de los valles construían sus puentes con cañas de bambú.
Hemos tenido el privilegio de asistir a la construcción de uno de esos puentes, desde el principio hasta el final.
Se tienden dos cañas largas de ladoi a lado, cabalgando entre los dos fundamentows de piedra. Ved la ferocidad del agua bajo las exiguas cañas iniciales.
La tensión se masca en el otro lado. Los operarios asisten asombrados a los primeros y peligrosos pasos.
El equilibrio es muy precario y el trabajador mas implicado recibe una línea de seguridad, o línea de vida.
Aún así la posición de equilibrio es muy precaria.
Al final consigue estabilizar el piso y afianzar la construcción.
Ya se puede poner de pie y continuar con su obra.
El puente terminado. Increíble.
1 comentario:
¡Ya me extrañaba a mí que Julián no hiciera ningún comentario!, por cierto estáis muy guapos en la foto.
Un beso.
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